Reading time: 3 minutes
Esa flor posee algunas particularidades que la hacen especial. El agua y los residuos que en ella se acumulan no solo le causan daños como le sirven de nutrientes. Además de eso, ella tiene la particularidad (aún no muy bien comprendida) de repeler microorganismos dañinos y partículas de polvo. Por eso, en la cultura oriental, especialmente entre los tibetanos e hindús, la flor de loto está asociada a un proceso de superación de dificultades, de “volver a levantarse”, como diríamos por aquí.
También nosotros podemos repeler el mal de nuestro ambiente y de nuestra alma, de modo automático, bastando que conservemos nuestra voluntad interior siempre pura, siempre direccionada hacia el bien. De ese modo, obtenemos una protección natural, por efecto de las leyes de la Creación, contra todo y cualquier mal que pudiese alcanzarnos, incluso aquellos que nosotros mismos generamos en otros tiempos, cuando nuestra voluntad aún no estaba tan purificada, y que volverán a nosotros mismos infaliblemente, tarde o temprano. Malos efectos retroactivos de una actuación errada de antaño, sea por medio de acciones, palabras o pensamientos, pueden así ser redimidos de modo más fácil, hasta simbólico. Los trechos que siguen fueron extraídos de la obra En la Luz de la Verdad, el Mensaje del Grial de Abdruschin (https://mensaje-del-grial.org):
“Debido a la persistente buena voluntad en todos los pensamientos y obras, emana, también con efecto retroactivo, una continua intensificación procedente de la fuente de energía de las especies afines, de forma que lo bueno irá afianzándose más y más en el hombre mismo, le rebasará y formará un medio ambiente de materialidad etérea, que le rodeará como una envoltura protectora, tal como proporciona protección a la tierra la capa de aire que la envuelve.
Si sobrevienen nefastas retroacciones procedentes de antaño y se precipitan sobre esos hombres, resbalarán sobre la pureza del ambiente o envoltura que los rodea y serán desviadas de ellos” (Destino).
“La fuerza de la volición del bien forma a tu alrededor un círculo capaz de disgregar el mal que se cierne sobre ti, o atenuarlo, cuando menos, en muy alto grado, de la misma manera que la atmósfera protege el globo terráqueo” (El Silencio).
Cabe señalar, sin embargo, que las dificultades de la vida pueden igualmente servir para nuestro desarrollo espiritual, desde que aprovechemos las vivencias de modo correcto. Y la pureza cada vez más cristalina de un espíritu humano que se esfuerza en ascender espiritualmente (https://bit.ly/3oWBuly), también repele de modo natural el polvo de los disgustos diarios y los peligrosos microbios de los malos pensamientos y malos sentimientos.
Dice nuevamente Abdruschin en su Mensaje del Grial:
“Un ser humano maduro o esclarecido es muy fácil de reconocer; pues se encuentra en la Luz y rehúye todo lo tenebroso. Su forma de ser también prodigará la paz a su alrededor” (He Aquí lo que te es Provechoso).
“Las piedras que los efectos de sus erróneos actos han ido levantando ante él como un muro que forzosamente había de impedir su avance, no son apartadas del medio, sino que, por el contrario, le son puestas delante con todo cuidado para que las reconozca y las supere, puesto que él es quien tiene que reparar todas sus faltas. Y así, no tarda en descubrir con asombro y admiración el amor que le circunda, en cuanto demuestra su buena voluntad” (Ascensión).
¡Sí, vale el esfuerzo en vivir de modo totalmente integrado a las leyes que gobiernan la Creación, vale mucho! Y eso no es absolutamente tan difícil, además de que solo nos trae bendiciones en la reciprocidad, pues otra cosa, esas leyes no desean ofrecer durante nuestra peregrinación por los mundos materiales.