less than 1 minute Dolor y sufrimiento, en el fondo, constituyen una verdadera dádiva de los cielos. Una dádiva invaluable, pues es el único exhortador aún capaz de alcanzar el alma humana y de hacer el individuo reflexionar con seriedad y humildad sobre su propia vida. Y, también, de llevarlo a buscar, con todo empeño, una nueva sintonía interior, más ajustada a las leyes universales. Nada ni nadie más consigue eso en el tiempo actual. El Día Sin Mañana
less than 1 minute Una vida aparentemente despedazada es solo el reflejo temporario de una circunstancia difícil, que usualmente no perdura. Aprender con el dolor, reconocer lo errado en el sufrimiento y esforzarse de ahí en adelante exclusivamente hacia el bien en todo: he ahí los materiales capaces de edificar en el interior una base sólida, sobre la cual la paz de alma puede entonces hacer su morada. El Día Sin Mañana
less than 1 minute Si no somos capaces de ver y corregir nuestras fallas en tiempo oportuno, reconociéndolas por medio de pequeñas sacudidas anímicas, entonces la vida se encargará de producir un sismo realmente gigante en nuestra alma. Para nuestro propio bien y salvación. El Día Sin Mañana
less than 1 minute Decepciones lastiman. Desilusiones hieren. Frustraciones dañan. Pero también se tornan ganancia espiritual cuando enfrentadas de modo correcto, sin heridas o resentimientos. Todos esos dolores externos ayudan a moldear la personalidad, fortalecen la vigilancia terrena y espiritual, y, aún, conceden el necesario temple al escudo de la buena voluntad, para que este pueda rechazar rápidamente y para lejos cualquier futura mala intención. El Día Sin Mañana
less than 1 minute No son pocas las personas que ya pensaron, por lo menos una vez en la vida, en justamente acabar con ella para resolver todos sus problemas. Muchas son también las que piensan continuamente en esa posible “salida” para tantas dificultades. Existen, realmente, varias razones de cuño espiritual para que nadie llegue ni siquiera a considerar la hipótesis de suicidio (bit.ly/3wKU98J). Sin embargo, un motivo se sobrepone a todos los otros: no podemos abrir mano de la vida simplemente porque ella no nos pertenece. Recibimos la dádiva de la existencia por Continue→
less than 1 minute Preocupaciones excesivas obliteran la visión del espíritu, tullen el movimiento del alma y traen daños a la salud del cuerpo. Quien se preocupa demás, en el fondo, es un egoísta, un huraño que solo ve sus problemas y aleja para lejos de sí toda la alegría de vivir.
less than 1 minute Así como tantos tienen sueños envasados, muchos también forman sus angustias envasadas. Las envasan y las dejan ahí adentro, sufriendo en silencio su dolor particular. Y tal como hay algunas condiciones para que los sueños envasados se hagan realidad un día, también existen algunos requisitos para la liberación de las angustias envasadas. La mano que abre la tapa es el libre albedrío sin impedimentos, y la fuerza que la hace desenroscar es la gratitud y el amor al Creador, sentimientos que tienen que estar sobre todas las cosas en la Continue→
less than 1 minute Generalmente, una situación muy difícil no es enteramente sombría. Si abrimos nuestro corazón, conseguiremos ver aquí y allí algunos destellos de cosas buenas y alegres, que ayudan a amenizar la adversidad.
less than 1 minute Paz entre los hombres solo existirá cuando haya paz dentro de cada hombre. Y eso solo acontecerá cuando el ser humano se empeñe en reconocer las leyes que gobiernan la Creación y se esfuerce en vivir dentro de ellas. Los hombres de bien aún serán compelidos a eso, mientras que los demás continuarán a exterminarse mutuamente. Hasta ese entonces, la paz en la Tierra continuará a ser apenas un anhelo, un sueño, una promesa aguardando el cambio en los corazones humanos remanecientes.
less than 1 minute A veces acontece que un sueño largamente añorado se vuelva una pesadilla inesperada cuando finalmente se hace realidad. Y eso causa tristeza y decepción. Aunque comprensibles, esos sentimientos no deben perdurar, pero si, dar lugar a la enseñanza que la vivencia trajo. Tal reconocimiento suele ser mucho más valioso y provechoso al espíritu humano que el propio sueño original.