Reading time: 2 minutes
Vivimos una era de grandes transformaciones, una época de extremaebullición en el mundo entero. Todo se encuentra en agitación, dentro y fuera del ser humano. Vivimos presentemente él hace mucho profetizado y temido tiempo del Juicio Final.
Como evidencia externa, basta observar las confusiones políticas y económicas en escala global, los tantos conflictos, las acciones terroristas y crímenes de toda especie…juntándose aún a ellos, las muchas catástrofes de la naturaleza, que crecen año a año en cantidad e intensidad. Internamente, cada cual tiene su propia prueba. No hay una sola personaen la Tierra que ya no haya sido alcanzado por las irradiaciones depuradoras del Juicio, situación que se manifiesta frecuentemente como un indefinido estado de agitación interna, cuando no como depresión, ansiedad, angustia, fobias…En casos muy raros, como paz y felicidad.
Buena parte de los que ya se convencieron de estar viviendo dentro de una gran rendición de cuentas, saben también que está en las manos de cada uno poder o no subsistir espiritualmente a este periodo de Juzgamiento. Saben que la protección necesaria para trasponer este tiempo es creada y conservada exclusivamente por el propio individuo, cuando este vive enconformidad con la Voluntad de su Creador.
Décadas atrás, el astrónomo chileno Carlos Muñoz Ferrada detectó un gran cometa dislocándose en nuestra dirección, el cual, según él, causará profundas transformaciones en el planeta. La venida de ese astro, enrealidad, ya estaba prevista hace muchos siglos, pero los que conocían y confiaban en el astrónomo estaban preocupados. Alguien le preguntó si habría algún lugar seguro en la Tierra cuando el Gran Cometa finalmente llegase. Ferrada respondió que esa seguridad estaba dentro de la propia persona, que dependía únicamente de ella obtenerla para sí. Solamente elpropio individuo podría construir su propia seguridad, afirmó.
Ferrada se refería a la protección espiritual, dada por la actuación de la infalible ley de la reciprocidad. Pues nadie puede ser alcanzado por algún sufrimiento si no haya dado motivo para eso. Imaginar que se podría obtener una protección contra un evento de esa magnitud apenas con medios terrenos, como ciertamente muchos supondrán, es pura ilusión del raciocinio humano, que aún se cree omnipotente. Sería como tratar de defenderse de una tempestad de rocas munido de un paraguas…
Protección espiritual y terrena la propia criatura humana tiene que construir para sí. La primera ella consigue por el movimiento correcto de su espíritu, y la segunda por la permanente vigilancia terrenal. En otras palabras, ella obtiene ambas viviendo estrictamente según disponen las leyes de la Creación para el ser humano.
(Conozca la literatura del Grial publicada por la Ordem do Graal na Terra. Ingrese a: http://bit.ly/1u52cG0).