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La Hidra de Lerna es un animal de la mitología griega.
Dice la leyenda que la Hidra tenía nueve cabezas que se regeneraban inmediatamente cuando cortadas, y también que el hálito de cada una de ellas era capaz de matar cualquier uno que se aproximase. La terrible criatura tenía ese nombre porque habitaba un pantano próximo al lago de Lerna, en el sur de Grecia.
Como mucha cosa transformada en leyenda, el mito de la Hidra de Lerna también trae un fondo de verdad. El recipiente griego de abajo, con una estampa de la figura de la Hidra, es del siglo VI a.C. Eso indica que en aquella época distante algunas personas más intuitivas conseguían percibir acontecimientos que se desarrollaban en el mundo más etéreo.
El dialogo que sigue, extraído de “O Dia Sem Amanhã” (El Día Sin el Mañana – http://bit.ly/16AvqPu), trata del real significado de la Hidra. El investigador Donato está hablando sobre el asunto con la pareja Felício y Violette:
“No hay nada más difícil para una persona librarse de que una propensión – explicó Donato. – Si él no es radicalmente extinto, como una hierba dañina arrancada por la raíz, inevitablemente resurgirá. El mito de la Hidra de Lerna traduce el fenómeno de materia etérea.
— ¿Hidra? ¿Qué es eso? ¿Algún animal? – quiso saber Violette.
— Un animal con cuerpo de dragón y cabezas de serpiente. Mitología griega. Matarla era uno de los doce trabajos de Hércules.
— Sí, un trabajo bien difícil – complementó Felicio -, pues cada vez que una cabeza de la Hidra era cortada, surgían dos en su lugar.
— Exactamente – confirmó Donato. – Por eso, las representaciones de esa lucha muestran la Hidra con un número variable de cabezas: tres, cinco, siete, nueve…Cortar una cabeza de la Hidra equivale a tratar de eliminar una propensión apenas con la voluntad mental. No habrá éxito, pues la propensión continuará adherida al alma, y será fortalecida por los pensamientos siempre direccionados para él, por su portador. Es como apenas podar una planta. La persona se queda cavilando continuamente sobre sus fallas y errores, suponiendo con eso haber superado alguna cosa a través de esa continua observación sobre sí misma y sus propensiones. En realidad, no superó nada. ¡Las cabezas siempre renacen! Es una lucha vana.”
(Conozca las obras literarias publicadas por la “Ordem do Graal na Terra”.
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