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Fe ciega es creer sin comprender; es aceptar como verdad alguna cosa moldada por otros, sin escuchar antes el corazón (http://on.fb.me/1Xs1bFa).
La fe ciega no tiene ningún valor, porque no proviene de la convicción más íntima y personal. Es algo meramente externo, que fue abrazado apenas por costumbre o comodidad.
La fe ciega no apenas es desprovista de utilidad para el espíritu humano, como aún lo impide de ver y reconocer la verdad, aún que la luz de ella esté brillando a su lado.
Cuando tal persona deje la Tierra, llevará consigo esa su venda autoimpuesta y su pereza espiritual. Y así también no podrá ascender en los mundos del más allá, porque en vida se desacostumbró a analizar las cosas con la propia intuición y a andar espiritualmente con las propias piernas.
Únicamente aquello que corresponde a la verdad dentro de una dada creencia, libre de dogmas de cualquier especie, y que el individuo puede comprender y asimilar con la más plena convicción interior, posee de hecho mérito y puede ayudarlo en sus caminos de reconocimiento del otro lado de la vida.
(Conozca las obras literarias publicadas por la “Ordem do Graal na Terra”.
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