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“La personalidad es para el ser humano lo que el perfume es para la flor.”
Quien dijo esa frase fue el industrial norteamericano Charles Schwab (1862 – 1939). Es una buena analogía, porque no solo los perfumes de las flores son diferentes, como ellas propias se distinguen en muchos aspectos.
Así acontece también con los espíritus humanos. Ellos florecen poco a poco en sus muchas vidas aquí y en el más allá (http://on.fb.me/1Iibnfz), en el tiempo en que las respectivas personalidades se van moldeando y fortaleciéndose a través de vivencias.
Cada uno forma por sí y para sí su propia personalidad. Y esa personalidad formada será siempre útil y benéfica, caso haya sido moldada en consonancia con las leyes naturales.
Las personalidades humanas no son iguales y ni es deseado que sean. La pluralidad de formas y perfumes de las flores son lo que alegran el ambiente y adornan la vida.
(Conozca las obras literarias publicadas por la “Ordem do Graal na Terra”. Ingrese a: http://bit.ly/1XjNebF.)