Reading time: 3 minutes
Hace mucho que el mundo no es más el mismo. Esta constatación no viene solamente de las observaciones de nuestros padres y abuelos, tales como: “en mi época no era así…”, relativas a una u otra particularidad que, en la visión de ellos, haya empeorado sensiblemente. No. El mundo realmente no es más el mismo, en todo.
En las últimas décadas el ser humano individual, y la humanidad en su conjunto, han sido azotados por un número creciente de tragedias y catástrofes, todas sobreponiéndose continuamente. Miedo, ansiedad, depresión, ataques de pánico, crímenes abominables, drogas, accidentes, terremotos, tsunamis, erupciones, inundaciones, ciclones, incendios, efecto invernadero, cambios en la capa de ozono, enfermedades terribles, hambre, miseria, guerras, revoluciones, atentados terroristas, disturbios colectivos, desastre económico, crisis moral…
Las noticias sobre estos acontecimientos son invariablemente siempre peores. A cada año, a cada mes la situación se deteriora más y más. Y no se diga que estas cosas siempre han existido. Ellas siempre se han producido de forma aislada aquí y allá, pero nunca juntas y no con tanta intensidad. Nunca hubo tal acumulación de estos acontecimientos en la Tierra.
Que está pasando? Cuál es la causa de esta concentración creciente de acontecimientos terribles? Y por qué las personas también no reflexionan más profundamente sobre esto? Por qué ellas no se dan cuenta de que todas esas cosas están aumentando constantemente, tanto en cantidad como en intensidad?…
El hecho es que el hombre moderno, que tanto se enorgullece de sus conquistas técnicas, no puede (o no quiere) ver los claros indicios del más incisivo acontecimiento de toda la historia humana: el Juicio Final. Todo lo que esta pasado, y lo que aún venga en el futuro, testimonian este evento colosal. Nosotros ya estamos inmersos en el Juicio Final. Hace varias décadas. Y vivenciamos actualmente su última fase.
El plazo concedido para el desarrollo de la criatura humana expiró. Vivimos ahora la etapa de la cosecha de todo lo que se ha sembrado, la época del examen definitivo, del ajuste final de cuentas. Esta es la razón de que los frutos sean tan amargos. Ha madurado lo que se ha sembrado, solo eso. Nada diferente. La cosecha actual es solo el resultado de los pecados cometidos por la humanidad terrena a lo largo de miles de años.
El mal seguirá aumentando por la presión del Juicio, cada vez más, hasta finalmente auto consumirse, extinguirse por sí mismo (http://on.fb.me/1H6PdG3). No es el mundo, por lo tanto, que va a acabar, y sí el mal en el mundo, con diligencia puesto en él y continuamente robustecido por la mayor parte de la humanidad.”
Por eso vemos catástrofes de la naturaleza cada vez más intensas, guerras cada vez más terribles , crímenes cada vez más atroces, enfermedades y miserias cada vez más graves. Estos son los acompañantes del ser humano ahora, en su último camino. Y, sobre todo, un enorme
sentimiento de miedo, que toma cuenta del alma y no se deja tranquilizar por nada.
Quien quiera subsistir espiritualmente en el Juicio necesita moverse con todas las fuerzas en el sentido del perfeccionamiento espiritual (http://on.fb.me/1IufCmz). La persona necesita conocer las leyes que gobiernan la Creación y adaptarse a ellas con todo el empeño que le es posible (http://on.fb.me/1MkBS4L). Deberían. No hay otra posibilidad de ayuda. Una vez más, y por última vez, está en sus propias manos elegir su destino (http://on.fb.me/1LZJV7a).
(Conozca las obras literarias publicadas por la “Ordem do Graal na Terra”.
Ingrese a: http://bit.ly/1XjNebF.)