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“Livianos serán nuestros pasos si dulces son nuestros pensamientos.”
Esta frase es de Denise Portes, poetisa brasileña. Una frase feliz, que condensa en pocas palabras uno de los más importantes efectos de la actuación del ser humano en la Tierra.
Sí, porque nuestros pensamientos se condensan en formas en una materia algo más etérea de que el mundo a nosotros visible. Formas que pueden ser bellas o feas, dependiendo de lo que fue pensado, y tanto más firmes cuanto más intensos hayan sido también los respectivos pensamientos que les dieron origen.
Las formas de pensamientos atraen otras semejantes, en conformidad con La ley de Atracción de Igual Especie (http://on.fb.me/1IMhHLg), de manera que la forma de pensamiento original se fortalece más y más.
Por eso, pensamientos lúgubres, tristes o con intenciones malévolas, oprimen pesadamente al causante, cada vez más, tornando su vida el propio infierno, al paso que pensamientos puros, dulces y alegres, fortalecen también del mismo modo la pureza y la alegría de vivir del autor de ellos. Pensamientos de esa última especie hacen livianos los pasos del ser humano en su peregrinación por la vida terrena, establecen la paz a su alrededor y aplanan el camino ascendiente de la evolución de su espíritu.
Escojamos, pues, con sabiduría la especie de nuestros propios pensamientos, para que los efectos resultantes de ellos sean siempre benéficos (http://on.fb.me/1zTCNES).
(Conozca las obras literarias publicadas por la “Ordem do Graal na Terra”.
Ingrese a: http://bit.ly/1XjNebF.)