Reading time: less than 1 minute
Nosotros solo maduramos por medio de múltiples experiencias, de ricas vivencias. Por eso, nadie debe acomodarse en algún mundo restricto, acogido por él mismo o a él impuesto. Un pequeño mundo confortable, pero que restringe el movimiento de su espíritu, no permite que este se desarrolle; al contrario, lo mantiene tullido.
Solamente haciendo uso pleno de la libertad espiritual es que se puede progresar realmente. Poresa razón, ya está más que en la hora que el ser humano ponga su espíritu en actividad, de colocarlo en acción, antes que el cómodo ambiente en que vive se rompa por algún motivo y lo obligue, finalmente, a moverse.