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Entrar en casa solo con el pie derecho, no pasar debajo de la escala, evitar cruzar con un gato negro, no dejar el bolso en el suelo. Cuidar sobre todo, de no quebrar ningún espejo, pues en ese caso la desgracia está instalada: vienen por ahí siete inapelables años de azar, sin llanto ni velas. Y de nada sirve golpear en la madera sosteniendo un trébol de cuatro hojas. Destino sellado.
Supersticiones son creencias sin fundamento, creencias populares. Hay una infinidad de ellas, y cada país, cada pueblo, cada época contiene su propia colección de supersticiones. Pero, ¿será que ellas se agotan en esas historias curiosas y divertidas más conocidas?
Creencia sin fundamento no es la misma cosa que creencia sin prueba. Hay innúmeros hechos que no pueden ser probados y que ni por eso, dejan de existir y son verdaderos. Creer sin fundamento significa creer en algo imposible, en alguna cosa fuera del ámbito de actuación de las leyes que gobiernan el Universo. Y eso sí, es superstición en la más completa acepción del término.
En este caso, la propia ciencia presenta su cuota no pequeña de supersticiones. Pues nada más es que superstición, por ejemplo, la afirmación de que la vida surgió por “acaso” (http://on.fb.me/1Q85wtn), y que el Universo prescinde de un Creador. Cuantos científicos no hay que toman como prueba de la inexistencia de Dios su incapacidad de reconocerlo, mientras que ellos propios constituyen la prueba más evidente. Creen ellos que la vida es apenas un golpe de suerte, mera casualidad físico-química… ¡Supersticiosos, si, al extremo!
Discos voladores son otra fuente de supersticiones. Una cosa son los fenómenos luminosos inexplicables, ya vistos por muchos y registrados en fotos y videos (http://on.fb.me/1NMo6Xm). Son eventos reales, aunque naturales. Muy diferente de la idea de naves alienígenas tripuladas. El primer caso es una verdad aún no comprendida, mientras que el segundo entra en el rol de las supersticiones de nuestra época, las cuales abarcan también numerosos aspectos de las ciencias ocultas y místicas (http://on.fb.me/1I54MnI).
¿Y las creencias de fuero íntimo? La misma cosa. Apenas las creencias fundamentadas en los efectos de las leyes de la Creación constituyen verdades plenas, que al ser vivenciadas por el espíritu se transforman en convicciones indelebles. No importa la religión. Si la creencia se sustenta en una verdad, entonces ella es real. Ya las creencias moldeadas por la imaginación o fantasía…
Lo mismo con relación a milagros. Ningún milagro verdadero jamás ocurrió fuera de las leyes de la Creación, y ni el propio Hijo de Dios podría haber hecho eso, él vino hasta aquí para cumplir las leyes de su Padre y no para derribarlas (http://on.fb.me/1I16c0T). Milagros fuera de esas leyes, o sea, fuera de la Voluntad del Todopoderoso, no existen, porque no pueden acontecer.
Cuanto más una persona se esfuerza en encontrar y reconocer la Verdad de la vida, buscando comprender las conexiones de ella con la Creación, tanto más se hace apta a discernir la realidad de la ilusión, lo genuino de lo falso, los hechos de las supersticiones, en todos los campos de la vida.
(Conozca la literatura del Grial publicada por la Ordem do Graal na Terra.
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