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1 minute En lugar alguno de la Creación el ser humano puede ocultarse de la Justicia Divina. Para esta no existe escondite. La Justicia perfecta siempre llegará hasta la criatura humana, más temprano o más tarde. Aunque ella tuviera las “alas de la aurora”, la mano del Señor la alcanzaría: “Señor, Tú me examinas y me conoces. ¿Para donde iré, lejos de Tu Espíritu? ¿Para donde huiré de Tu presencia? Si subo al cielo, allá estas, si bajo al abismo, ahí Te encuentro. Si utilizo las alas de la aurora para vivir en los Continue→