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Al contrario de la intuición, que es la voz del espíritu, el raciocinio es un producto del cerebro, y por eso solo consigue comprender lo que se encuentra dentro del ámbito de la materia, que constituye una parte muy pequeña de la verdadera existencia del ser humano.
Por eso, el raciocinio nunca debería ser alzado a la posición de dirigente espiritual, pues es un lugar que no le compete, es un encargo para el cual él no fue tallado.
No obstante, si acontece del raciocinio ser colocado en una posición de liderazgo en la vida, en detrimento del espíritu, entonces él nos llevará fatalmente a cometer errores de evaluación de la realidad.
Él, el raciocinio tan restricto, consigue divisar apenas sombras de la realidad, pero busca convencernos de que la conoce por completo…Miope, quiere siempre persuadirnos de que ve perfectamente la causa real de algún acontecimiento más amplio, lo que casi nunca corresponde a la verdad.
Vamos buscar oír con más atención la voz de nuestra intuición, la cual debe constituir la fuerza propulsora de la existencia, visto que proviene del espíritu. Solamente ella está apta a mostrarnos la realidad de la vida tal como es realmente, y guiarnos con seguridad por los caminos de la evolución espiritual.
(Conozca la literatura del Grial publicada por la Ordem do Graal na Terra.
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