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less than 1 minute Llegó la hora de enfrentar nuestros miedos, nuestros temores más escondidos. Enfrentarlos con coraje y determinación, plenos de buena voluntad. Así impone la hora actual, de rendición final de cuentas y de exigencia de un progreso espiritual continuo e incondicional. De nada sirve querer eludir esas imposiciones, pues ellas son un imperativo de la época. Cualquier vacilación solo redundará en nuestro propio perjuicio, anímico y espiritual. Sin embargo, si damos resolutamente el primer paso para ultrapasar esos obstáculos, que nosotros mismos creamos anteriormente con nuestra voluntad errada, entonces recibiremos auxilios Continue→