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Los seres humanos aquí en la Tierra, que están tan lejos de la Fuente primordial de toda la vida, consiguen, realmente, con su mal querer, distorsionar temporariamente las leyes que rigen la Creación. Pero esa situación nunca perdura. Después de algún tiempo, las leyes vuelven vigorosamente a su posición original, poco importando el tamaño del descalabro que eso acarrea a los autores de esa distorsión.
Del punto de vista de sus minúsculas vidas terrenas, ellos tienen la ilusión que la distorsión podrá permanecer por muchos años. Pero, visto desde arriba, del punto de vista de la Luz, el retorno al equilibrio se da en un instante.
