Reading time: 1 minute
Frecuentemente somos sorprendidos por historias de personas que escaparon de graves accidentes y tragedias debido a un acontecimiento aparentemente casual.
Es uno que se atrasó y perdió el vuelo que terminó en desastre; es otro que tuvo un dolor de cabeza repentino que lo impidió de ir a un club nocturno que se incendió; es un tercero que simplemente “sintió” claramente que no debería tomar un determinado tren, y después supo que la composición acabó descarrilando.
Un libro voluminoso podría ser escrito narrando apenas los casos más impresionantes de esa especie de eventos.
No se trata, sin embargo, en esos casos, de suerte, de casualidad o coincidencia, o incluso de auxilios aleatorios provenientes del Alto y concedidos arbitrariamente a este o aquel. Pero si, es la propia persona que forma, para sí misma, la protección espiritual de que es merecedora, la cual siempre actuará cuando sea necesario.
La mano invisible del merecimiento personal protege la criatura humana y concede auxilios infalibles a quien de ellos se hace digno, dentro de la invariable ley de la Reciprocidad, que es la guardiana del orden en la Creación.
(Conozca la literatura del Grial publicada por la Ordem do Graal na Terra. Ingrese a:http://bit.ly/1u52cG0).