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less than 1 minute Muchos impedimentos en el camino de la evolución espiritual son creados externamente, y el individuo se somete a ellos sin cuestionar nada. Es él mismo, por tanto, que se somete a las prohibiciones generadas por el raciocinio, como dogmas, prejuicios, supersticiones y cismas. Bastaría no dar atención a nada de eso, y seguir con confianza el camino indicado por la intuición espiritual, para que luego un vasto camino de desarrollo se abriese delante de su espíritu sediento de Verdad.