Cortos

less than 1 minute Cavilar continuamente sobre los errores del pasado, de lo que podría haber sido y no fue, es apenas pérdida de tiempo para el presente y no trae ningún beneficio para el futuro. De nada sirve rebuscar en la memoria y debatir recuerdos de tantas fallas cometidas. Es solamente desperdicio de tiempo. Lo que pasó, pasó, y ya no es más. Lo que importa es la actitud correcta en el presente, la firme voluntad de no errar y así proseguir corajudamente hacia delante. No es posible cambiar nada del pasado, pero Continue→

less than 1 minute Paciencia es una virtud mal comprendida y poco valorizada. Sin embargo, es una premisa para quien desea alcanzar un día la verdadera paz del alma, tesoro a ser anhelado sin ansiedad.

less than 1 minute Quien mantiene el libre albedrío preso a propensiones poco limpias, jamás conseguirá moverse espiritualmente como podría y debería. Libertad verdadera solo existe en un libre albedrío totalmente libertado.

less than 1 minute Del ser humano digno de este nombre emanan siempre cuatro bendiciones preciosas: acción noble, palabra verdadera, pensamiento puro e intuición luminosa.  

less than 1 minute El hombre moderno gasta casi todas sus energías y el precioso tiempo que dispone en la acumulación de cosas fútiles e inútiles para su desarrollo interior (http://bit.ly/28UNxIY). El tiempo, sin embargo, no retroactúa. El tiempo no retrocede. Por eso, ya es hora que el ser humano busque para sí los verdaderos valores del alma, única manera de poder ascender espiritualmente. Y también de deshacerse de la triste figura de mendigo espiritual por voluntad propia.

less than 1 minute La correría desenfrenada por la vida sin un propósito mayor y la busca frenética del dinero por el dinero son señales de un profundo sueño espiritual, indicaciones de que el respectivo ser humano estranguló dentro de sí los más nobles anhelos del espíritu.

less than 1 minute Solamente correría desenfrenada de un lado, resultante de la vida moderna; apenas divertimientos y placeres del otro, para equilibrar el desgaste de la correría…Y así, el vigor de la criatura humana es consumido duplamente, aniquilando de modo rápido el necesario entusiasmo por el continuo perfeccionamiento del espíritu