—
less than 1 minute Cuando después de una busca sincera, a veces larga y difícil, alguien por fin encuentra la Verdad y la acoge integralmente dentro de sí, esta entonces pasa a iluminar poco a poco toda la oscuridad de su alma.
—
less than 1 minute Quien busca con sinceridad por la Luz proveniente de la Verdad acabará por encontrarla, incluso en medio a la oscuridad de este nuestro mundo tan triste. La Verdad reconocida ilumina el alma con el saber espiritual, y la nutre con la fuerza del Creador (http://bit.ly/1WI5EWr). Aquel que acoge integralmente la Luz de la Verdad dentro de sí y busca vivir según sus directrices, también ascenderá espiritualmente a través de ella, pues ella es la llave que nos posibilita encontrar el camino de vuelta a casa, para nuestro verdadero hogar: la Continue→
—
less than 1 minute Las dificultades superadas por una persona que se esfuerza por elucidación espiritual apenas valorizan su victoria al encontrar y reconocer la Verdad.
—
less than 1 minute No es necesario temer la Verdad y tampoco su Luz. No es porque hace ya tanto tiempo que estamos inmersos en las tinieblas del dogmatismo paralizante que debemos acomodarnos y habituarnos a eso. Al contrario, es hora de movilizarnos espiritualmente en busca de la Luz y de la verdadera fe, que nada tiene de ciega. No es ningún acaso que tantos hoy en día sientan el anhelo por esa descubierta y liberación.
—
less than 1 minute Esquiva y mantén distancia de la nube de resentimiento, para que ella no obstruya tu visión de la realidad y que tampoco tape la luz del reconocimiento.
—
less than 1 minute La vida terrena no se resume en la mantención de la vida terrena. Es deber fundamental del espíritu humano, en su pasada por la Tierra, investigar por las preguntas básicas de la vida: ¿Quién somos? ¿De dónde venimos? ¿Para dónde vamos? Si él busca con ahínco la Verdad de la vida, entonces la encontrará, tal como fue prometido por el Maestro: “¡Buscad y hallareis!” La Verdad encontrada y reconocida a su vez trae liberación espiritual, confirmando más una promesa del Hijo de Dios.
—
less than 1 minute Quien imagina ser poseedor de insospechadas virtudes y, debido a eso, superior a todo y a todos, sufre de una enfermedad llamada “presunción”, que es uno de los graves desdoblamientos de la vanidad. El presuntuoso se sitúa en un punto diametralmente opuesto de donde está el humilde, y en razón de eso permanece impedido, por sí mismo, de reconocer la verdadera finalidad de la vida y de evolucionar espiritualmente. Al contrario, se mantiene paralizado y estancado en su pequeño mundo de ilusión, embriagado con sus propias capacitaciones imaginarias. De ese modo, Continue→