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Estas manos son de una señora de 72 años, mostradas durante su trabajode cosecha de tomates en el Valle del Tambo, en Arequipa, Perú.
Al verlas, me recordé de un pasaje del libro “En La Luz de la Verdad”, el Mensaje del Grial (http://bit.ly/1MHAGFb), en que Abdruschin dice que la joya brilla de modo mucho más puro e intenso en la mano sucia de sudor yde tierra que en los dedos bien tratados de un ocioso.
Abdruschin hace uso de esa metáfora para mostrar la diferencia de efecto entre quien utiliza verdaderamente, en el día a día, las enseñanzas de un Mensaje de Dios, en todo su actuar y pensar, y aquel que apenas la contempla y la oye en horas y días predeterminados, o en ella busca refugio cuando la aflicción golpea a la puerta.
Incluso cuando una persona, finalmente, encuentra la Verdad de la vida, eso de nada le servirá si no la incorpora en toda su vida, como algo natural y propio. Tan propio, que ni siquiera necesite reflexionar especialmente sobre cómo actuar en una dada situación, visto no ser posible hacer algo diferente de la Voluntad de su Creador.
Solamente quien llega a ese punto tendrá realmente adquirido para sí un Mensaje proveniente del Todopoderoso, el cual siempre brillará de modo puro en sus manos callosas por la incesante actividad cotidiana.
Encontrar, reconocer, y, principalmente, vivir dentro de la Verdad debe ser la meta suprema de cada buscador sincero, que se mueve espiritualmente por sí, libre de cualquier dogma. Cuanto más, por esfuerzo propio, el avanza rumbo a ese objetivo, cuanto más próximo de él llegue, tanto más auxilios recibirá también de las leyes vigentes en la Creación, de modo enteramente automático.
(Conozca la literatura del Grial publicada por la Ordem do Graal na Terra.
Ingrese a: http://bit.ly/1XjNebF.)