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La palabra “ángel” deriva del griego “aggélos”, que significa “mensajero”. El correspondiente término en hebreo – “mal’akh” tiene el mismo sentido. Los ángeles son, de hecho, los mensajeros de la voluntad divina. Los nombres de ellos y de los arcángeles (del griego “arkhos” – “jefe” de ángeles) invariablemente terminan en “EL”, que es el más antiguo nombre semita referido al Creador (http://on.fb.me/1DSUL77).
Ángeles y arcángeles son seres que vibran integralmente dentro de la voluntad de Dios. Por eso, la imagen conservada de ellos es la de seres con alas. Las alas son la señal de una vibración exclusiva dentro de la voluntad del Omnipotente.
Hablando alegóricamente, el ser humano terreno, que se aprisionó por voluntad propia exclusivamente a su raciocinio, sin tomar atención a la voz del espíritu – la intuición – , dejó atrofiar totalmente sus alas espirituales, o sea, pasó a vivir de modo contrario a la voluntad de su Creador. Y ahora el cosecha por toda parte los frutos de su elección.
(Conozca las obras literarias publicadas por la “Ordem do Graal na Terra”. Ingrese a: http://bit.ly/1XjNebF.)
