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Flexibilidad no es debilidad, pero sí sabiduría. El flexible siempre consigue ajustarse en tiempo correcto a una dada situación, y aprende rápidamente con ella.
Ya el rígido, como el propio nombre lo dice, se mantiene endurecido en su posición, y por eso acaba frecuentemente hiriéndose, a veces con bastante gravedad. Son los casos en que él tiene que vivenciar como su orgullo (http://bit.ly/2dmqZRX) y vanidad (http://bit.ly/1T4oJ1c) son quebrados implacablemente por los vientos de la reciprocidad, cuando solo entonces podrá retomar la trayectoria ascendiente de la evolución de su espíritu.