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Vivimos en una época triste, en que cualquier buena voluntad es atacada, de una forma o de otra. Irrumpe siempre en esos casos una cadena de obstáculos, insensible al altruismo, ríspida a la intención pura, indiferente a los verdaderos valores del alma. Sin embargo, esos eslabones opositores de una cadena negativa no deben y no necesitan impedir al espíritu humano de hacer brotar las capacitaciones que trae en sí…Por cierto, ellos ni siquiera pueden conseguir eso, por más duros que sean, cuando se trata de un espíritu que realmente se mueve, buscando actuar siempre en el sentido del bien.
