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Interesante es notar que las escrituras tratan de este asunto de sueños, que son recordaciones del alma en sus caminos en el plano astral.
Tratando se de una persona buena, el alma cosecha experiencias edificantes en ese mundo astral, mientras su cuerpo terreno duerme (http://on.fb.me/YkC9in). Son aquellos que “reciben durante el sueño”: “Dios da a sus amados aún durante el sueño” (SI 127:2). Según la Biblia, solamente ese tipo de sueño debe merecer atención: “Si no vienen (los sueños) de parte del Altísimo, no les prestes la menor atención” (Eclo 34:6).
Tambien sabemos por el libro de Job que “cuando un sueño profundo cae sobre los hombres, mientras dormitan en sus lechos, entonces ÉL ( el señor) abre el oído de los hombres, y sella su instrucción (Job 33:15,16). A Moisés el señor ya había prometido que, si entre el pueblo hubiera un profeta, Él “se revelaría en visiones y le hablaría en sueños” (cf. Nm 12:6). Y el gran profeta Daniel es la confirmación de esa promesa, pues tuvo sus visiones apocalípticas mientras dormía (cf. Dn7.1).
Las ricas vivencias de una persona en el mundo astral, mientras duerme, nada tiene que ver con las llamados “viajes astrales conscientes”, que son procedimientos forzados y antinaturales.
(Conozca las obras literarias publicadas por la “Ordem do Graal na Terra”. Ingrese a: http://bit.ly/1XjNebF.)