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less than 1 minute En el mundo, nada se mueve sin impulso, nada se desplaza o avanza sinuna fuerza impulsadora. También el espíritu humano solo evoluciona y progresa mediante un esfuerzo personal en moverse por sí mismo.
less than 1 minute En el mundo, nada se mueve sin impulso, nada se desplaza o avanza sinuna fuerza impulsadora. También el espíritu humano solo evoluciona y progresa mediante un esfuerzo personal en moverse por sí mismo.
less than 1 minute Por regla general, lo que la mayoría de las personas deja trasparecer son apenas exterioridades. Solamente haciendo uso de la intuición es posible reconocer por entero el interior de nuestro interlocutor. Y la primera impresión es normalmente la verdadera (http://bit.ly/24FjgTO), si realmente es nuestra intuición la que habla.
less than 1 minute “Quien pierde los bienes pierde mucho, quien pierde los amigos pierdemás, quien pierde el coraje pierde todo.” Esta sentencia es de Miguel de Cervantes (1547 – 1616), el famoso romancista español. Pasados ya cuatro siglos, vemos que Cervantes tenía total razón, principalmente si consideramos sus palabras en un sentido amplio. Pues realmente es necesario, mucho coraje y determinación para cambiar la propia manera de ser, para ajustar la voluntad interior en el sentido de las vigentes leyes naturales. Quien no tenga coraje para proceder a ese necesario ajuste en sí mismo, nunca podrá contribuir para cambiar nada en el mundo, aunque juzgue eso Continue→
less than 1 minute Somos rodeados por auxilios, tanto espirituales como terrenos. Innumerables auxilios. No obstante, solamente quien se mueve espiritualmente es capaz de reconocerlos. Y solamente quien los reconoce con humildad, también siente la necesidad imperiosa de agradecer. Tenemos mucho por agradecer, tanto por dádivas espirituales como terrenas. Sin embargo, incluso las terrenas, prácticamente no son más vistas ni reconocidas como tales en los días de hoy. ¿Quién, por ejemplo, aún tiene el impulso, de lo más fondo de su corazón, para agradecer sinceramente al Donador de la Vida por las condiciones recibidas para la Continue→
less than 1 minute Encontradas las mínimas condiciones, las semillas de la naturaleza siempre desabrochan para la vida, sin titubear. Así también debe actuar el ser humano en su pasada por la Tierra, dejando brotar y desarrollar las aptitudes espirituales latentes que trae en sí (http://bit.ly/28Xk3gE), en cada situación con la que se encuentre, sea ella favorable o no. De ese modo, el propio desabrochará también poco a poco para la verdadera vida, la eterna, como espíritu plenamente consciente.
less than 1 minute Cada uno, a su manera, puede ser un diseminador de bendiciones, independientemente de cultura o posición social. Intuiciones límpidas, pensamientos puros, palabras verdaderas y acciones correctas ayudan al florecimiento de la paz y de la alegría, adornan el mundo y a su propio autor.
less than 1 minute Quien sale a la lluvia es para mojarse. Quien despierta para la vida y desea experimentar la avalancha de experiencias disponibles a cada día, aprovechándolas para el desarrollo de su espíritu, no tiene más ningún temor en abrir su interior para ella.
less than 1 minute La alegría de vivir depende mucho más de las condiciones interiores quede las exteriores de la vida. Ella es la expresión natural de la legítima gratitud.
less than 1 minute El espíritu humano solo madura por medio de vivencias. Por eso, las experiencias intensas que tenemos aquí en la Tierra, enmarcadas de sufrimiento o felicidad, son en realidad bendiciones invalorables. Son rayos de luz provenientes de la actuación de las leyes de la Creación, que nos obligan a reflexionar y a movernos espiritualmente, y que pueden hasta despertarnos para el reconocimiento de la Verdad.
less than 1 minute El temporal no dejará de venir. Va a caer sobre nuestras cabezas más temprano o más tarde, pues fue generado por las condiciones erradas que nosotros mismos producimos. Sembramos descuidadamente variados vientos, y ahora es época de cosechar la respectiva tempestad (http://bit.ly/1rBfi0o). Sin embargo, podemos y debemos enfrentar la tormenta inevitable con optimismo y disposición alegre, no acaso con miedo o rebeldía. Corajudos, y no temerosos. Imbuidos, sobretodo, de la firme voluntad de nunca más dar oportunidad a futuras tempestades, sea por palabras insensatas, pensamientos impuros o intuiciones maldadosas. El entusiasmo que vuelve a despertar para el bien hace toda la diferencia en el enfrentamiento de las tempestades Continue→