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less than 1 minute Fe ciega y dogmas de cualquier tipo encarcelan el espíritu humano de tal manera que él nunca más conseguirá libertarse, a no ser que reencuentre aún a tiempo la perdida llave de su libre albedrío.
less than 1 minute Fe ciega y dogmas de cualquier tipo encarcelan el espíritu humano de tal manera que él nunca más conseguirá libertarse, a no ser que reencuentre aún a tiempo la perdida llave de su libre albedrío.
less than 1 minute Solamente la intuición espiritual, don de Dios a la criatura humana, es capaz de ver más allá de las meras exterioridades e indicar el camino correcto a seguir.
less than 1 minute Cavilar eternamente sobre una falla cometida, en medio a dolorosossentimientos de culpa, no alivia en nada la situación de quien erró. Al contrario, sobrecarga aún más tal persona con un peso adicional, totalmente desnecesario (http://bit.ly/1rBDIH6). Reconocer corajudamente el error, reparar lo que sea posible, tomar la firme resolución de nunca más cometer la misma falla: son estas las acciones esperadas de quien se mueve en el sentido correcto y se esfuerza en ascender espiritualmente.
less than 1 minute Así como en la vida material la pereza deja marcas deformes y repugnantes, atestiguando por sí misma el tamaño del descuido de lapersona responsable por eso, del mismo modo la indolencia del espíritudeja marcas repulsivas en el alma humana, como testigos acusadores de laparalización interior. Y así como las marcas de la negligencia material requieren un esfuerzo adicional para que sean removidas, las señales de la displicencia anímica solo podrán ser extinguidas cuando la criatura humana se dé el trabajo de cumplir la ley de movimiento espiritual (http://bit.ly/29cpN1m).
less than 1 minute Lo que a veces vemos como una dificultad inoportuna y totalmente dispensable, un obstáculo para formar una barrera en nuestro camino, puede ser justamente aquello que posibilitará el desabrochar de las capacitaciones de nuestro espíritu.
2 minutes El filósofo ingles Francis Bacon (1561 – 1626) afirmó cierta vez: “la verdad es hija del tiempo”. Pasados cuatro siglos, su frase continúa más actual que nunca, y también más alentadora que nunca, pues el tiempo, de hecho, siempre se encarga de poner todo en su debido lugar. ¡La verdad es hija del tiempo…hija del tiempo! El promisor dicho de Bacon se encaja muy bien en un antiguo proverbio alemán: “¡Los molinos de Dios muelen lentamente, pero con seguridad!”, que también suele aparecer en esta forma: “¡Los molinos de Dios muelen lentamente, pero muelen fino!”, Continue→
less than 1 minute Las vivencias que experimentamos en otras vidas aquí en la Tierra no fueron acaso perdidas. Los aprendizajes que ellas propiciaron permanecen latentes en el alma, listos para influenciar y para iluminar alguna decisión espiritual importante que deberemos tomar en el tiempo presente.
less than 1 minute Para proceder a una limpieza profunda del alma, para realmente purificarla de todas las propensiones y tendencias malas, no basta pasar sobre ella una mirada superficial. Es necesario adentrarse hasta sus recónditos más inaccesibles, hasta sus rincones más oscuros, para finalmente traer a la luz del día, sin piedad, todos los errores y fallas escondidos allí. Errores que nosotros tenemos el hábito de llamar de “suaves debilidades”, porque, cuando mucho, solo los vemos de reojo, en análisis superficiales.
less than 1 minute El impulso de las ilusiones es sostenido por la nube de fantasía. Nubes, sin embargo, no tienen consistencia ni durabilidad. Por eso, la primera brisa proveniente de la verdad ya bastará para despertar de súbito al soñador y llevarlo directamente para el suelo de la realidad. Es mucho mejor vivir con los pies firmes en el suelo, sin devaneos fantasiosos o misticismos de cualquier especie (http://bit.ly/1Txnjd1), que caer de la gran altura que la imaginación desenfrenada sea capaz de mantenernos.
less than 1 minute Cada experiencia intensa que la vida nos regala, sea de dolor o de alegría, constituye un indicador en nuestro camino de desarrollo espiritual. Pues el espíritu solo asimila el saber de la vida, y avanza en el proceso de concientización, por medio de vivencias profundamente intuidas.