LAS SEMILLAS DEL BIEN
1 minute Las vivencias que nos atingen, sean de dolor o de alegría, pueden y deben servir para que nos impulsen dentro de la gran escuela de la vida, desde que bien asimiladas en nuestro interior. Al posibilitar el reconocimiento de los frutos madurecidos de nuestra siembra anterior, tanto los dulces como los amargos, ellas nos impelen hacia arriba, nos ayudan a subir más algunos peldaños en la escalada espiritual. El reconocimiento de la cosecha siempre muestra el camino correcto a seguir: Sembrar solamente el bien, apenas lo que es bueno. Además de eso, Continue→