
EL NOVENO MANDAMIENTO
3 minutes Mateo registra la siguiente frase de Jesús en su evangelio: “Cualquiera que se fije en una mujer para codiciarla, en su corazón ya cometió adulterio con ella.” (Mt 5:27,28) Esa advertencia muestra que la intención de codicia ya constituye un pecado. No es necesario que una acción errada se evidencie visiblemente en la materia para ser caracterizada como transgresión. La intención basta. Si una persona siente intuitivamente envidia, odio o codicia, ella ya introdujo con eso algo malo en el mundo, aunque no le sea visible, y de ese modo ella efectivamente Continue→